LOS FANTASMAS... PEPEROS
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Son como el polvo deslizante en los días
bochornosos de la calima desértica.
Escurridizos como las pompas de jabón
al contacto con la masa obrera.
Torturadores melancólicos de las serpientes
encantadas por el embrujo de la música.
Animadores conscientes de penetrar en las
mentes soñadoras a través del “súper YO”.
Calumniadores del rebujo arenoso
en el fragor del empuje desértico.
Vanidosos impertérritos de las noches
calmadas en la selva de las desdichas.
Porteadores eternos de atribuciones indeseables
de los divino y de lo humano.
Altivos perseguidores de las conciencias
obstruidas por el aciago egoísmo del “YO”.
Salvadores de conciencias profanadas por las
acusaciones de la Santísima Trinidad.
Desmitificadores de mensajes manipulados
en sus medios audiovisuales que mancillan.
Deslizadores de los sueños aterrados
en la conquista sin límites del poder.
Descubierto el “YO” fantasma, se deslizan por la
senda del complejo de Edipo.
Las fantasmadas son a veces sueños calculados por las
Que solo ven su “YO” realidad.
Inhibidores de las responsabilidades
que otorga el poder en la oposición.
Seguidores del inminente psiquiatra Sigmund Freud con el método del psicoanálisis “como conquistar el poder” caiga quien caiga.
Los fantasmas son fantasiosos
si las fantasías, fantochadas son.
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